LA PRESA Y EL ARBORETO DE MERIGA
La presa de Meriga se construyó en la década de los ochenta y dio lugar a un paraje peculiar, una tranquila laguna en el bosque de Garajonay. Algunos grandes ejemplares de laureles y viñátigos quedaron sumergidos y sus troncos permanecen aún en pie, aparentando en los días de niebla duendes o espectros que flotan sobre el agua. A pocos metros de la Cancela de Meriga se encuentra un Arboreto del Parque Nacional, una muestra de árboles de la laurisilva gomera señalizada con pequeños carteles que indican sus nombres científicos y vernáculos. En algunos casos, el crecimiento de los especímenes obliga a buscar los letreros muy arriba, mirando al cielo como los propios árboles.