CRUZ DE TIERNO
El itinerario se inicia en el Mirador de Roque Blanco, en dirección sur hacia el Raso del Quebradón, por un primer tramo asfaltado de unos 250 metros. Al llegar a una bifurcación con una senda escalonada, se adentra por ella en un frondoso fayal-brezal. Después, por una pista de tierra, nos lleva al Raso del Quebradón. Desde aquí desciende por el interior del monte, por un trazado escalonado y sinuoso, y nos devuelve al punto de inicio.
Muy cerca del Mirador de Roque Blanco, en el margen izquierdo del Barranco de Cruz de Tierno, se hallan los restos de un antiguo horno de tejas. El lugar contaba con todos los recursos necesarios: una tierra excelente, agua del barranco y leña para quemar la teja. Cuando había una hornada, por este mismo camino se cargaban a hombros para llevarlas a otros lugares de la isla.
A poca distancia del final comienzan a aparecer antiguos bancales abandonados. Los paredones de piedra seca -sin uso de cemento- están perfectamente conservados y desvelan los importantes esfuerzos de otras generaciones por construir terrenos cultivables. El bosque los reclama, invadidos por ejemplares de hayas (Morella faya) y brezos (Erica arborea). En algunos casos aún se entremezclan ejemplares de castaño, palmera canaria (Phoenix canariensis) y frutales templados, como perales o manzanos.